Acercamiento a las culturas mediterráneas de la antigüedad y sus vestigios que permanecen

Ma. Alejandra García Mogollón

Twitter: @MetzweyAle

Son muchas las voces que a través de los tiempos han perpetuado la grandeza de la historia detrás de las culturas mediterráneas que trazaron el camino y estabilidad de los nacientes territorios organizados para solidificarse en una fructífera primavera.

Los aportes de estas culturas se han documentado desde los mismos tiempos en los que iban surgiendo, puesto que la importancia de los avances alcanzados estuvo permeada por los parámetros religiosos, culturales y políticos, según fuera el caso. Es así como, el concepto de superioridad se fue gestando, sin ser del todo un aspecto bien definido, pero si la carencia de ciertos presupuestos generaba una especie de medida en términos de la importancia, otorgando así, paulatinamente, unos aspectos concretos de discriminación, hasta el punto de degradar a bestias o sin valor a quienes no se encontraban dentro de estos cánones o no nacieron en los mismos.

Una de las primeras concepciones que generó una delimitación fue el denominar al mar Mediterráneo como “el ombligo del mundo”, abriendo y cerrando las concepciones de las culturas mismas, centrando su preponderancia en la incursión de elementos ajenos y adheridos sin mayor esfuerzo, facilitando la apropiación de dichos aspectos que enriquecieron las culturas. Por otra parte, la generación de cierres a lo diferente propició la conservación de lo adquirido y perfeccionado por siglos.

Es así como, Los Nueve Libros De La Historia Herodoto De Halicarnaso pretenden mantener viva la memoria de unas historias que le recuerdan al hombre que detrás de cada victoria, conquista, se encuentra un río de sangre, porque más allá de los territorios, quien posea la mejor forma de cerrar la posibilidad de continuidad a una cultura o etnia, y tiene, desde algún punto de vista, la razón para sobrepasar la verdad de la cultura oprimida y no permitir que se sobreponga, al contrario debe adherirse a la que llega y olvidar la esencia que la contiene.

Por lo anterior, se puede decir que “La gente más culta de Persia y mejor instruida en la historia, pretende que los fenicios fueron los autores primitivos de todas las discordias que se suscitaron entro los griegos y las demás naciones. Habiendo aquellos venido del mar Eritreo” Halicarnaso (484 A.C. - 425 A.C.) lo anterior parte de los libros que cuentan las hazañas de los griegos y como ellos no solo fueron considerados barbaros, también el poderío y habilidades, el arte y la influencia que ejercieron las pasiones y las mujeres se apoderaron del destino de estas culturas.

Adicional a lo anterior, las representaciones para la posteridad que constituyen parte de la historia no escrita pero que influye significativamente en la comprensión de los movimientos navales, las organizaciones, la estrategia, el poderío militar, así como estas muestras se convirtieron en el primer acervo cultural que propició las formas de leer e interpretar al mundo de esa época y que lo diferencia de las otras culturas.

Con lo anterior, la riqueza se extendió más allá de la palabra y constituyó las leyendas épicas, los mitos, canciones y la propagación de los estos se dio gracias a la estructura creada para generar una red de múltiples incorporaciones y salidas.

Por otra parte, los cambios políticos y sociales, como la muerte del Cesar, que desató el caos, para dar paso a cambios sustanciales, pero sin olvidar que, para la historia, las grandes edificaciones, avances arquitectónicos y de manejo de recursos, se convirtieron en los pilares fundamentales para el desarrollo de las civilizaciones posteriores, que incluso, hoy día, son dignos de asombro, por el tamaño de las estructuras, la velocidad de consecución y soporte por siglos, pues para los procesos que se manejaban en esos momentos, de cierta forma un tanto rudimentarios, propiciaron la gestación de obras maestras de la arquitectura, que se lograron conservar y replicar con variaciones propias de quienes profundizaron a través de los siglos y siguen encontrando fascinante la experiencia de la Roma antigua y su arquitectura. Para Spengler (1966) “Al estudiar la aparición de Napoleón, raro es que no se dirija una mirada a César y otra a Alejandro; la primera de estas miradas es, como veremos, morfológicamente inadmisible; la segunda es, en cambio, certera.”

Todo lo anterior, fue posible gracias a la importancia que: la exploración, el arte, la filosofía y las ciencias, eran para los dirigentes de estas las culturas. Esa relevancia solo podía ser dirigida por quien tuviera la visión clara, con el propósito fundamental de proporcionar cierto bienestar común de quienes eran allegados y de su mismo círculo de conocimiento, puesto que como se dijo antes, quienes fueran ajenos a ellos eran considerados bárbaros, animales, entre otros. Es así como, el pueblo se encontraba en culturas diversas, cercanas geográficamente, pero distantes en concepciones ideológicas, estructurales y hasta de finalidades de vida, lo que llevó a encontrar en lo desconocido una amenaza, en muchas oportunidades, convirtiendo al otro en un potencial peligro de desestabilizar el orden establecido y construido por años, hasta siglos y darle cabida a otro acto que se sale de la razón y es la violencia con fines de sometimiento y exterminio; costumbres heredadas generacionalmente y de lo que en la actualidad no se escapa mucho desde la interacción uno a uno, como el presente entre las llamadas potencias y los demás países que si bien intentan mantenerse en pie, sucumben al poder y el control económico y social sistemático con el que ha aprovechado la tecnología.

Referencias Bibliográficas

SPENGLER, Oswald. (1966) La decadencia de Occidente: Bosquejo de una morfología de la historia universal (Enlaces a un sitio externo.). Traducción Buenos Aires: La editorial virtual, 2006.

HERODOTO. La civilidad mediterránea según un viajero griego (Enlaces a un sitio externo.) Los nueve libros de la Historia. Brasil: eBooks Brasil, 2006.